lunes, 6 de abril de 2015

Mis pasos con Cristo- Velando por tu corazón

El corazón del hombre es el motor, donde se genera el motivo para vivir y se actúa de acuerdo a lo que está ahí en lo profundo de cada ser humano.

El hombre sin Cristo en el corazón solo tendrá por centro de su vida al maligno y a su propio ego totalmente gobernado por su poder, no así el cristiano que ha sido encontrado por Dios y puesto en el que es la vida eterna, sus pensamientos e inclinaciones ahora comienzan a tomar otro rumbo, digamos que es hacia arriba , al cielo, pues la nueva dirección a la que apunta su nueva vida.

En Lucas 11:24-26 leemos así:
24 Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí. Mat 12:43; 25 Y cuando llega, la halla barrida y adornada. 26 Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Jn 5:14; He 6:4-5; He 10:26; 2P 2:20;

Aquí podemos observar que el problema después de que alguien ha "saboreado" la libertad que Dios da por el mensaje de salvación en Cristo, solamente lo ha dejado a medias, solo ha buscado ser "mejor en la vida" a decidido de manera intelectual "ser bueno y portarse bien" esto es que solo "a barrido y adornado su casa", pero sigue sola sin ser habitada por Dios, asi que es presa fácil para que la obra del maligno vuelva y lo lleve a una degeneración mas profunda moralmente, esto es el resultado de una falsa conversión y la vida de todo ser humano que ha escuchado el evangelio pero solo con la mente y no ha permitido que venga el Señor a su corazón estará expuesto a un doble daño por la obra del mal.



Esta enseñanza me deja un mensaje a mi vida y a la vida de todo aquel que ha sido librado de la corrupción del mundo, corrupción que ha sido causada por el pecado introducido al mundo, ¿cual es el mensaje? el mensaje es que debemos velar sobre la sanidad de nuestro corazón porque, si bien, ya no somos esclavos y le pertenecemos a Cristo porque El vive en nuestro corazón, nos veremos constantemente tentados por el maligno que solo buscará hacernos caer.

Cristo nos dio las instrucciones precisas para poder evitar una caída y el dijo "velad y orad para que no entréis en tentación".

Oración: "Señor Jesús, tu presencia llene hoy mi corazón sujetándome a tu Santo Espíritu, pues voy de nuevo a caminar entre el mundo en mis diferentes actividades, libra mi corazón de pecar contra tí, guardarme en lo profundo de tu mano, esconderme de los ojos del maligno y llévame por la senda de la dependencia solo de ti, hoy". Amén

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