domingo, 9 de noviembre de 2014

Como desarrollar una fe Sólida

6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,

Cada uno de nosotros, tarde o temprano, pasará por tiempos difíciles. No obstante, la Biblia dice que durante los tiempos de problemas y adversidades Dios espera que sus hijos respondan de la manera correcta.
El pasaje de hoy nos enseña que debemos regocijarnos durante las dificultades. Esto no significa, por supuesto, que debemos estar felices por las adversidades. Pero podemos estar gozosos porque sabemos que Dios está utilizando esas circunstancias para prepararnos y hacernos crecer. Aunque tener una actitud positiva durante una situación negativa no parece lógico, he aquí dos razones para lograrlo:
Primero, el Señor nos enseña que debemos soportar con firmeza las experiencias difíciles que enfrentemos. Nuestra reacción natural ante el dolor es correr en la dirección contraria —y lo más rápidamente posible. Pero Dios quiere que “aguantemos” para que podamos recibir todo el beneficio de la lección que Él tenga para nosotros.
Segundo, el Padre celestial utiliza las pruebas como un fuego purificador para limpiar a sus hijos y ayudarlos a madurar en la fe. Él tiene un plan para cada creyente, y la adversidad es una de las herramientas necesarias que nos preparan para hacer su voluntad.
A medida que veamos que Dios saca cosas buenas de nuestras adversidades, comenzaremos a enfrentar los tiempos difíciles con la confianza de que Él permitirá lo que más nos convenga. Podemos regocijarnos en que el Señor nos está haciendo más fuertes, purificando nuestros corazones, y convirtiéndonos en personas con fe inquebrantable.



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